Aquella tarde en el río
juntos sembramos la flor
el recipiente mi vientre,
la semilla de tú pasión.
La sangre de amor la nutre
y la riega la ilusión
la cuida el cariño ciego,
la fe le da su calor.
La esperanza es muy celosa
de su amiga la ilusión
y crece en nueve lunas
el lirio de nuestro amor.
Que aquella tarde en el río
juntos sembramos tú y yo
florece blanco y hermoso,
con la sangre de los dos.
N€nf@
Etiquetas: Historia de amor
1 Comment:
-
- Olga Santos said...
4 de junio de 2020, 13:59Bellísimo.
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