Aquella tarde en el río
juntos sembramos la flor
el recipiente mi vientre,
la semilla de tú pasión.
La sangre de amor la nutre
y la riega la ilusión
la cuida el cariño ciego,
la fe le da su calor.
La esperanza es muy celosa
su amiga la ilusión
y crece en nueve lunas
lirio de nuestro amor.
que aquella tarde en el río
juntos sembramos tú y yo
florece blanco y hermoso,
con la sangre de los dos.
N€nf@
Etiquetas: Historia de amor
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